Dentro de los síntomas podemos encontrar dolor, alteraciones neurológicas y en adultos principalmente: fatiga muscular, desbalance del tronco, artropatía o artrosis de las facetas y en la mayoría de los casos algún proceso degenerativo discal, no así en los niños donde rara vez manifiestan dolor y la mayoría de las veces son los padres los que descubren este tipo de alteración en sus hijos

Nuestro kinesiólogo Eduardo Osorio es enfático y nos explica la importancia de estar atentos durante el desarrollo de nuestros hijos: “Es fundamental fijarse en la altura de los hombros de los niños y si es qué hay alguna asimetría entre ambos, verificar el desgaste de los zapatos y ver si es que ambos son gastados de igual forma y también es importante fijarnos en la ubicación de ambas escápulas u omóplatos y en el largo de las piernas viendo la diferencia de ambas, esta alteración silenciosa se da generalmente a los 10 u 11 años y el resultado del tratamiento es mucho más significativo antes de que el paciente presente su madurez esquelética. Cuando el grado de inclinación es de más de 20, este va aumentando un grado por año, por lo cual es fundamental un tratamiento eficaz dado el cuadro clínico” especifica el especialista.

En Clínica Regenera nuestro tratamiento basado en ajustes quiroprácticos, terapia manual ortopédica y ejercicios específicos podemos contribuir tanto a la alineación de una curvatura escoliótica (mayormente antes de la madurez esquelética) como a evitar el avance de la curva a través del tiempo. No menos importante es generar educación tanto en niños como en padres o adultos sobre hábitos posturales principalmente, el manejo de cargas y pesos y consejos sobre ejercicios en casa y salud preventiva.